Los estudios visuales aparecen cuando queda claro que la fenomenología visual desborda los límites de lo artístico e incluso de lo estético. La necesidad de adentrarse en el nuevo continente que se abre ante nosotros en el momento en que descubrimos la potencia de lo visual y su implicación en todos los ámbitos del saber justifica la creación de esta nueva disciplina, que de momento es necesariamente un conglomerado de diversas materias reunidas por un interés común. Los estudios visuales son, por lo tanto, un ámbito genuinamente pluridisciplinar del saber que avanza hacia la transdisciplinariedad, es decir, hacia la búsqueda de nuevos ámbitos epistemológicos en las zonas fronterizas que proponen los distintos enfoques que ahora los nutren. Este libro tiene la vocación de esbozar las bases de los nuevos dispositivos hermenéuticos necesarios para una zona del conocimiento largo tiempo ignorada y aún polémica. Por ello se plantea como un ensayo y no como un manual en el sentido estricto. Es un ensayo porque aún no es posible dar por terminada la búsqueda y ofrecer, por consiguiente, formulas seguras para desentrañar las imágenes y los fenómenos visuales correspondientes. En este campo todavía es aconsejable explorar y descubrir, que son estrategias típicamente ensayísticas que más que informar se alían a la curiosidad del lector y lo alientan en su propio recorrido. El texto deja finalmente constancia de la proliferación y la complejidad de los fenómenos que aguardan a quienes se interesan por las transformaciones que el saber experimenta en el nuevo territorio de las imágenes, compuesto por una intrigante mezcla de tradición y posmodernidad tecnológica.