Argumento de La Dimensión Pública de la Fe
¿Qué rasgos significativos deberán caracterizar la presencia pública de la fe y , por tanto, también la visibilidad institucional de la Iglesia en nuestra sociedad? En realidad, este interrogante plantea tres cuestiones:
La fe cristiana tiene una pretensión de totalidad que ha de verificarse en una sociedad en la que las preguntas por el sentido de la vida se han desplazado al ámbito de lo íntimo y lo personal. la pregunta por la presencia pública de la fe equivale a saber qué incidencia social tiene una fe que primariamente anida en el corazón y cómo puede estructurarse institucionalmente. La presencia adecuada está tan lejos de la privatización, que lo reduce todo a insignificancia, como de la fuerte institucionalización, que todo lo petrifica. Deberá ser una presencia ligera.
La fe cristiana tiene un pretensión de verdad que ha de verificarse en una sociedad que diferencia los saberes y acepta la autonomía de los mismo. La pregunta por la presencia pública de la fe equivale a saber qué significa la fe cuando se reconoce la utonomía legítima de la cultura y de la ciencia y cómo mantener su pretensión de verdad cuando no puede tutelar los otros saberes ni constituirse en referencia obligada. Entre el abandonimo, que deja a cada ámbito autónomo entregado a su propia suerte, y la colonización hay una modalidad correcta de presencia, que se realiza en la inculturación.
La fe cristiana tiene una pretensión de ultimidad que ha de verificarse en una sociedad construida sobre la pluralidad de creencias. La pregunta por la presencia pública de la fe equivale a saber en qué consiste una ultimidad que no es exclusiva ni tolerante y cómo realiza una oferta decisiva para la vida como una opción entre distintas alternativas. La presencia adecuada está tan lejos del relativismo, que todo lo devalúa a simple concurrencia, como del dogmatismo, que no consiente de buen grado opciones alternativas. Ha de ser una presencia realizada en forma de acompañamiento discreto y acogedor.0