¿Cómo era la ciudad donde se formó Carlos Gardel? ¿En qué consistió ese
fascinante y misterioso mundo urbano de principios del siglo XX? ¿Cómo
se construyó aquel universo cultural en el que llegaron a convivir el
tango y la ópera, el sainete y la zarzuela, los Podestá e Isadora
Duncan?
Entre 1870 y 1920 el traslado de una gran población europea y del
interior hacia Buenos Aires generó una ciudad cosmopolita donde tomó
relevancia el tema de la identidad nacional. En el campo musical, la
síntesis creativa fue el tango, y su forma cantada integró no solo una
forma nueva de interpretación, sino también una poética en gestación. El
mérito de este fenómeno correspondió esencialmente a Carlos Gardel. Pero
este artista es inseparable de una ciudad en construcción, en términos
infraestructurales y edilicios, sociales y estéticos. Este proceso es el
que ilustra el presente libro. A partir de allí, ya no hubo Buenos Aires
sin Gardel, quien la dotó de su máxima identidad musical y cultural.