Después de 13 años, Ana María del Río vuelve a la literatura con esta gran novela
Como todos los años, la casa de Mallara es más grande de lo que yo creía. Aérea, no parece afirmarse sobre base terrestre alguna, sino que se ve como si brotara del suelo, elevándose como una brusca espiga súbita sobre sus cuatro pisos. Es el tiempo de la reforma agraria y los campesinos se han tomado los caminos. Nadie entra ni sale de los confines del campo, que parece hundirse en el barro que todo lo cubre. La tragedia ronda en este singular y no poco mordaz fin de mundo. Pero ahora no es verano, una novela de amor y de prejuicios, nos conduce con enorme talento literario por derroteros de pasión, inocencia y traición.