"... Pero lo que da dignidad literaria a la narración es sin duda el modo como presenta al personaje central, Jesús.
El autor nos hace penetrar en su mundo interior, en los vaivenes de su ánimo de verdadero hombre: sus dudas, alegrías, decepciones, esperanzas, temores. Jesús es el hijo de María, el carpintero de Nazaret, un hombre y un judío de su tiempo. El padre Alexandr describe con finura de escritor su carácter, sus costumbres y sentimientos sin dejar de mostrarse al mismo tiempo humilde ante el misterio de Cristo. El libro muestra con absoluta claridad la divinidad de Jesús, desde la descripción de sus milagros a su muerte y resurrección.
El autor ha alcanzado en la persona de Jesús una armonía sorprendente entre la naturaleza divina y la humana, hasta el punto de que uno se pregunta si estamos leyendo un libro o caminando al lado de alguien." (del Prólogo)