No se trata únicamente de una biografía; es además un modelo de seguimiento de Cristo, una doctrina, un himno a Cristo Salvador y un testimonio de comunión eclesial; por ello, aunque Atanasio escribe esta carta a petición de unos monjes, expresa su deseo de que también sea leída a un público más amplio, e incluso a los paganos.
Atanasio escribe la Vida de Antonio siguiendo la vida de Jesús tal como aparece en los textos evangélicos; presenta a Antonio como imitador de Cristo, y recurre también a personajes del Antiguo Testamento, para subrayar algún aspecto de la vida de Antonio.