Cuando su hija es asesinada tras ser violada por unos compañeros de colegio, Lucía pierde las ganas de vivir y enloquece de dolor. Sobrevive gracias a la medicación. Los culpables son menores de edad y la sentencia del juicio llena de rabia e impotencia a Lucía. A partir de entonces, en su mente enferma solo cabe una idea: la de venganza. A ello se dedicará en cuerpo y alma sin escatimar esfuerzos hasta lograr su objetivo: "hacer justicia".