Zeus fue un dios de origen indoeuropeo. Su nombre deriva de la raíz dieu que significa día, cielo. De aquí su vinculación con los fenómenos celestes y atmosféricos. Los más antiguos testimonios de su veneración entre los hombres se encuentran en las tablillas escritas en Lineal B procedentes de Cnoso y Pilo (Ca. 1500 a. C.). Su trascripción hace referencia a ofrendas votivas.