Sobre toda la novela pende la sombra metafórica y casi real de la expulsión del paraíso, de una pérdida irreversible de la inocencia, de los sueños posibles e imposibles que ni siquiera puede eludirse con un peregrinaje forzoso como el que se ven obligados a iniciar los Llewellyn. La novela, lírica y torrencial, con mucho de autobiografía, contiene una destilación de los temas y el estilo que han convertido a Malcolm Lowry en uno de los referentes de la literatura contemporánea.