Guillermo Pons los va recorriendo uno a uno destacando en cada país una o varias figuras espirituales de relieve -la mayoría, santos- que han contribuido a darle un rostro cristiano y han marcado su identidad como pueblo. En compañía de cristianos ejemplares -artistas, místicos, campesinos, intelectuales, madres de familia, obispos o reyes-, el autor sobrevuela distintas épocas y grandes hechos de la historia de Europa, desde las grandes corrientes evangelizadoras de los primeros siglos, pasando por el auge del monacato y las guerras de religión, la Reforma y sus consecuencias, hasta el secularismo y los mártires del siglo XX.