La fama de Clemente ocasionó que, a lo largo de la historia, se le atribuyesen numerosos escritos. Uno de ellos es una homilía que durante mucho tiempo fue considerada y titulada "Segunda carta de Clemente a los corintios". En realidad, se trata de una homilía que presenta, a pesar de su ortodoxia, notables resabios gnósticos. De su autor nada sabemos.