He aquí un libro de viajes como tal vez nunca se había escrito. No es un diario, ni una bitácora. Es una expresión emocional de un alma inquieta que viaja para buscar y encontrarse a sí misma. En este libro, el autor nos lleva de viaje con él a mil lugares y situaciones. A través de sus vivencias, pareciera que estamos platicando con él caminando por una calle de París, en una montaña en Nicaragua, en un tren que cruza Europa. La obra avanza mostrando la evolución emocional del personaje, contándonos sus encuentros, sus desencuentros, sus amores, sus nostalgias, sus recuerdos y paisajes, sus adioses, sus experiencias multicolores en un largo viaje de auto descubrimiento, y lo hace a través de pequeños o largos poemas que describen sus momentos, de relatos cortos que más bien constituyen reflexiones. Es una expresión de sentimientos y, a la vez, un caleidoscopio de recuerdos que conforman el verdadero bagaje de este viajero que, por cierto, no está tan perdido. Escritos de un hombre perdido muestra el amor del autor no solamente por los viajes, sino también por el oficio de escribir. Un libro que es, en realidad, un amigo fiel.