Todas las montañas tienen su algo misterioso y fundacional, de solar de ancestros y refugio de divinidades. En las montañas anidan las nieves y nacen los aires, y los ríos, en esos paisajes desnudos, que parecen desconocer la historia de los hombres, según afirma un poeta paisano, Antonio Colinas. Pero en las montañas nacen también los mitos, y las estirpes, y esto parece más verdad en las del norte español que en parte otra ninguna, pues, desde Tineo hasta Guernica, de Monforte a los Cameros, fueron origen de la nobleza y prosapia de estos reinos, cuna de fantasías genealógicas, hades por el que vagar las ánimas de los antepasados más remotos. Estas Highlands nuestras compendian, en buena media, la historia mítica de España. Mas, si existe en toda la montaña lugar que concentre como ninguno mitos originarios, supersticiones y portentos, ése es, sin duda, Camposagrado