Este libro aborda la emigración desde una perspectiva ética centrada en la emigración ilegalizada y explora la fractura entre una humanidad legal(izada) o normal(izada) y una humanidad ilegal (izada) o irregular(izada) y, por lo tanto, deshumanizada, aunque con menor intensidad respecto a otros casos peores. A partir de aquí gana protagonismo el par binario humanizar y deshumanizar que permite interpretar la frontera migratoria en términos de una antropología moralmente escindida dominada por una axiología de la sobrevaloración identitaria: la otra cara del racismo. El libro termina enfocando el futuro de la emigración desde la encrucijada entre su difusión global, con sus asimetrías económicas y culturales pésimas y pesimistas y su imprevisible desarrollo futuro que no clausura del todo el manantial de la esperanza.