Sus experiencias comienzan en España donde, como espía del gobierno y comisario real, será testigo del motín de Esquilache, de la expulsión de la orden de todos los territorios de la Corona y de la penosa navegación de los deportados a Córcega y los Estados Pontificios, que es sufrida por su propio hermano.
De nuevo Pedro Miguel Lamet nos ofrece una novela que, con amenidad y rigor histórico, recoge por primera vez de forma exhaustiva y documentada uno de los episodios más dramáticos y menos conocidos de nuestra historia.