Argumento de El Superhombre y Otras Novedades
Extracto: ...la industria de la fabricación literaria esté en el día más adelantada y más divulgada que en los pasados siglos. De aquí que, por cada una de las novelas que se escribían hace ciento o doscientos años, se escriben hoy centenares y hasta millares. A lo cual contribuye no poco el que haya hoy más gente que las lea y que las compre. Pero esto mismo manifiesta lo caduco y efímero de la actual producción. ¿Cómo he de quitar yo su mérito al que logra crearse un público, ganar su atención y su simpatía y entretenerle y divertirle durante diez, veinte o treinta años, con los cuentos que escribe? Grande y muy envidiable mérito es éste; pero no llega, ni con mucho, al del autor que produce algo, no fuera de moda, sino superior a la moda y que ha de persistir cuando la moda pase, porque toda moda ha de autorizarse y justificarse, comprendiéndolo en vez de desecharlo. Así los clasicistas del siglo del renacimiento y del de Luis XIV ponían a Homero a la cabeza de los clásicos. Vino luego el romanticismo y declaró romántico a Homero. Y yo no dudo que los más acérrimos naturalistas del día dejen de citar la Iliada, como dechado y modelo del más admirable naturalismo. El busilis, pues, y el toque magistral de cualquier obra de amena literatura no está en seguir la moda, sino en dar la moda o más bien en ponerse tan por cima de la moda y tan por cima de progresos y de mudanzas, que toda moda nueva se apoye y se autorice en aquella obra presentándola como dechado y tratando de convencer al público de la excelencia de lo nuevo, no por su discrepancia, sino por su semejanza con aquel modelo inmortal. Que haya obras de esta clase en el día y cuáles sean, es lo que yo no me atreveré a decidir. La sentencia es ardua. La posteridad la dictará sin duda. Limitémonos nosotros a reconocer el mérito relativo de los que interesan, divierten o entusiasman con sus escritos, aunque sea durante corto número de años, a determinado número de...1