En el jugador, Fiódor Dostoievski compone una tensa trama donde se mezclan las historias y miserias de numerosos personajes reunidos en torno a unamesa de ruleta. El implacable azar, sin ley ni voluntad, depara a los personajes tanto la fugaz e inconstante fortuna como la ruina. Los dos personajes centrales, Polina y Aleksei, un tutor ruso insignificante con el cuidado y la protección de un general endeudado y no menos sórdido, traban una relación perversa cuyos aspectos y vicisitudes no escapan a la aguda pluma de caracteres del genial autor de Crimen y Castigo.
Ninguno de ellos puede renunciar al otro, se necesitan; cada uno es el instrumento forzado del otro. Polina, una bella mujer, ejerce un mando despótico sobre Aleksei a quien encarga jugar por cuenta de ella en la ruleta. Muy pronto, el azar y sus desenlaces van complicando la trama. La ruina los espera como el resultado necesario de una vidad de licencias, decisiones equivocadas y otros desaciertos. La ruleta aparece aquí como la piedra de la salvación. No pudiendo ya vivir de sus capacidades, y siendo adversas la fortuna del juego y de la vida, deben entonces someterse a la caprichosa ley del azar.