«Los tres se distinguían por la desventaja de ser demasiado incisivos, directos y categóricos en una época de identidades volubles y dudas sofisticadas. Dicho francamente, Wojtyla era demasiado católico, Thatcher demasiado conservadora y Reagan demasiado americano». Así arranca John OSullivan su retrato de El Presidente, el Papa y la Primera Ministra. Un trío que cambió el mundo. Lo cambiaron porque los tres contribuyeron decisivamente al derrumbamiento del Muro de la Vergüenza y la derrota del comunismo.