Más allá de los derechos propios de un pueblo que ha sido tradicionalmente marginado y pisoteado, más allá de un derecho de autodeterminación apenas reconocido en la legalidad internacional, más allá incluso de los derechos políticos elementales de representación y libertad de acción negados por un mal disimulado estado de ocupación, los chechenos son las víctimas expiatorias de una situación que hemos creado entre todos y que contribuye a eternizar la justicia del más poderoso, la legitimidad de la fuerza.
Es triste y al mismo tiempo necesaria la lectura del libro que tenéis entre manos. Triste por las realidades que en él se explican y necesaria porque sin el conocimiento de lo que en él se dice, resulta imposible ninguna acción de cambio. Arcadi Oliveres