"Los libros de Cyrulnik tienen una virtud terapéutica: permiten a la gente descubrir que se puede sobrevivir"
L'Express
"Después de haber esclarecido los procesos de resiliencia desde la más tierna infancia en Los patitos feos , el neuropsiquiatra y psicoanalista se interesa por la adolescencia de los niños maltratados. El murmullo de los fantasmas es tan penetrante, perspicaz y humano como sus libros anteriores."
Elle
"Cuando se lee o escucha a Cyrulnik, vuelve la esperanza y la posibilidad de superar los problemas se convierte en evidencia. Es el tono profundamente humano de un experto del alma que cree en el futuro del ser humano. Es como una brisa de oxígeno."
L'Est Républicain
"En este libro, un verdadero mensaje de esperanza, Cyrulnik explica cómo el fracaso del pasado aún murmura al niño que hay dentro del adolescente cuando éste crea nuevos lazos afectivos y sociales. Para algunos es el momento de realizar los sueños que les ayudaron a no sucumbir. Existir para alguien, dar y recibir, querer vivir y escuchar como tono de fondo un leve soplo murmurándonos que nos espera, como un sol impensable, la felicidad." I. LOS CHIQUILLOS O LA EDAD DEL VÍNCULO Sin sorpresa no emergería nada de lo real Cuando la caída de una bayeta se vuelve aterradora Un corro infantil que es como una varita mágica Así es como los hombres hacen hablar a las cosas La alianza del duelo y de la melancolía ¿Es más demoledor el vacío de la pérdida que un entorno destructor? Un rescoldo de resiliencia puede reavivarse si se le sopla Cómo conseguir que un niño maltratado repita el maltrato La triste dicha de Estelle era, pese a todo, un progreso La resiliencia de los niños de la calle en la Suiza del siglo XVI Se sentían amables porque les habían amado: habían aprendido la esperanza Dar a los niños el derecho de dar No se puede hablar de traumatismo más que si se ha producido una agonía psíquica La narración permite volver a coser los trozos de un yo desgarrado La huella de lo real y la búsqueda de recuerdos Cuando el recuerdo de una imagen es nítido, la forma en que se habla de él depende del entorno El colegio revela la idea que se forma de la infancia una cultura El día de su primera asistencia al colegio, el niño ya ha adquirido un estilo afectivo y aprendido los prejuicios de sus padres Algunas familias bastión resisten a la desesperación cultural Cuando los niños de la calle resisten a las agresiones culturales Hemos descuidado el poder moldeador de la interacción entre los propios niños Un encuentro mudo pero preñado de sentido puede adquirir un efecto de resiliencia Se pueden invertir grandes energías en el colegio para complacer a los padres o para escapar de ellos La creencia en los propios sueños entendida como una libertad interior Una defensa legítima pero aislada de los demás puede volverse tóxica El colegio es un factor de resiliencia cuando la familia y la cultura le dan ese poder El extraño hogar del niño adultista La oblatividad mórbida, es decir, la excesiva dádiva de uno mismo, como precio de la libertad Desembarazarse del sacrificio para ganar la propia autonomía II. LAS FRUTAS VERDES O LA EDAD DEL SEXO La narración no es el retorno del pasado Todo relato es una herramienta para reconstruir el propio mundo Debatirse y después soñar La casa de fieras imaginaria y la novela familiar Dar forma a las sombras para reconstruirse. La omnipotencia de la desesperación Los libros del yo modifican lo real La literatura de la resiliencia actúa más en favor de la liberación que de la revolución Fingir para fabricar un mundo La mentira es un escudo contra lo real, y la mitomanía algo que sólo esconde las miserias La ficción posee un poder de convicción muy superior al de la explicación Prisionero de un relato El poder reparador de las ficciones puede modificar lo real Un veterano de guerra de 12 años Cuando la paz se vuelve aterradora Desgraciados los pueblos que tienen necesidad de héroes La ventura del niño herido que tiene necesidad de héroes La angustia de quien se lanza al agua desde una gran altura Hasta los más fuertes tienen miedo a lanzarse El hecho de creer en un mundo justo da una esperanza de resiliencia ¿Es posible convertir a una víctima en una gran figura cultural? Cómo descongelar a un niño helado Aprender a amar a pesar del maltrato Remendarse tras el desgarro La cultura es la encargada de avivar las brasas de la resiliencia Asumir riesgos para no pensar Balizas culturales para la asunción de riesgos: la iniciación La seguridad afectiva y la adquisición de responsabilidades sociales son los factores primordiales de la resiliencia CONCLUSIÓN
Femina
Un golpe hace daño, pero es la representación del golpe lo que causa el traumatismo.
Un acontecimiento es un relieve sensorial y de sentido.
El acontecimiento es una inauguración, como si naciéramos a la idea que nos hacemos de nosotros mismos.
Una cereza en un montón de basura puede representar tanto una esperanza como un borrón.
La pérdida de la capacidad de amar y de trabajar se transforma en agresividad contra el propio sujeto.
La separación protege al niño pero no cura su traumatismo.
Tres malos chicos abandonados, al sentirse responsables de una anciana vulnerable arreglaron la casa y su propia estima.
El medio más seguro de comprobar la veracidad de este eslogan es no ocuparse de estos niños.
Estelle hace un trabajo que no le gusta, y en compañía de un hombre al que no quiere: se encuentra mucho mejor.
El colegio se convierte en un acontecimiento capital porque constituye el primer paso hacia la socialización.
El momento más propicio para la impregnación de este vínculo se produce durante los primeros meses de vida. Después, sigue siendo posible, pero es más lento.
Dar un regalo u ofrecer un espectáculo permite restablecer la igualdad.
Si no, es una prueba.
La herramienta que permite realizar este trabajo se denomina "narración".
La fuerza de lo real crea sensibilidades preferenciales y habilidades relacionales.
Los recuerdos de un niño son luminosos, pero las palabras que se vierten sobre el niño pueden enturbiarlos.
Cuando se piensa la infancia de forma diferente es que la cultura está cambiando.
Amar, trabajar y elaborar historias son tres condiciones de la vida humana que deben repensarse por completo debido a los descubrimientos científicos.
Incluso en un contexto de gran miseria es posible encontrar familias estructuradas que dinamizan a sus hijos.
La vulnerabilidad social de una madre no acarrea forzosamente una carencia afectiva.
A partir de la edad de seis años, los niños empiezan a sustraerse a la influencia de los padres.
Un gesto minúsculo puede transformar una relación.
Vas a ser nuestro orgullo o vas a traicionarnos.
No responder a los demás para realizar mejor los propios proyectos.
El hecho de replegarnos sobre nosotros mismos nos protege del dolor pero puede dificultar la resiliencia.
Cuando la amenaza no viene más que de los adultos, el colegio es una reprimenda, pero cuando viene del exterior, el colegio se convierte en un puerto que brinda seguridad.
Cuando los padres son vulnerables, los niños se ocupan mucho de ellos.
No se gana impunemente la libertad.
Cuidar de los débiles para revalorizar y no para dominar.
Componer la narración de uno mismo es reconstruir el propio pasado, modificar la emoción y adquirir un compromiso diferente.
Un acontecimiento no es lo que se puede ver, es lo que uno hace de él para convertirse en alguien.
Cuando se vive una angustia, la ensoñación produce una esperanza enorme.
Un niño adquiere seguridad mediante las buenas compañías que acaba de inventarse. No hay creación sin efecto.
Cuando lo real es inasimilable, todo dibujo nos da seguridad porque da forma al mundo.
Cuando la ficción actúa sobre los hechos, lo real se ve poetizado.
En las sociedades totalitarias no estamos seguros de tener derecho a contar nuestra vida privada.
Todas nuestras actividades fundamentales son puestas en escena en primer lugar en las tablas de nuestro teatro preverbal.
El mentiroso se protege. El mitómano se repara en el instante de la añagaza.
Ninguna ficción se inventa de la nada.
Cuando lo real produce náuseas, la belleza sólo nos llega a través de la imaginación.
Ha utilizado la mentira para construirse a sí mismo.
Desvaloriza a las víctimas, niega su sufrimiento y sueña con volver al colegio.
¿Cómo se las arregla uno para vivir en paz en un país en el que no hay ninguna estructura afectiva o cultural?
Se sienten humillados y se restauran sacrificando a uno de los suyos.
No sé por qué me resulta tan fácil admirar.
Me piden que me zambulla en la vida social, pero ¿cómo sé que hay agua?
No hay relación entre la dosis y el efecto: no es más fuerte quien más amor ha recibido.
Buscarlo es ya construirlo.
Cuando el horrible cuento de hadas corresponde a una expectativa social.
La negligencia afectiva es sin duda el maltrato que más aumenta en Occidente, pero también es el más difícil de percibir.
Al nacer, los amores provocan metamorfosis.
La forma en que se reconcilian los enamorados puede evitar que la resquebrajadura se convierta en ruptura.
Cuando la ideología del vínculo impide esta recuperación de la llama.
Al obligar a lo inmediato, la intensidad del riesgo permite evitar la reflexión.
Arrostrar un peligro nos ayuda a descubrir quiénes somos. Todo acontecimiento nos ayuda a tematizar nuestra existencia.
No podemos afirmar que un vínculo perturbado conduzca a las drogas. Pero sí podemos afirmar que un vínculo sereno casi nunca conduce a ellas.
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