Estas Confesiones sexuales de una mujer mayor se inician el día del cincuenta cumpleaños de la autora, cuando, sorprendiendo a propios y extraños, anuncia en una fiesta la decisión de abandonar el sexo, la práctica del mismo. A pesar de la aparente seriedad de la resolución, ésta se iba a mostrar precipitada. No había tenido en cuenta las docenas de hermosos y tentadores jóvenes que iban a cruzarse en su camino, así como aquello que una vez le dijo su amigo William Burroughs : «El amor es el hábito más difícil de abandonar».