Gracias a la presencia de Zeta, que renuncia a la libertad y se entrega a los hunos como esclavo por amor a una de sus mujeres, podemos disfrutar de una reconstrucción histórica pródiga en cuadros memorables, como el que narra el avance del ejército de los hunos a través de la Galia, arrasándolo todo a su paso, o la visión que de la tremenda jornada de los Campos Cataláunicos da uno de los participantes en ella. Pero, aunque El esclavo de Atila tiene como uno de sus ejes centrales la figura del rey de los hunos, el verdadero protagonista es Zeta y su odisea personal, con cambios de fortuna, amores imposibles, viajes, peligros sin número, y todo ello en el escenario de una gran epopeya.
La visión que Gárdonyi nos da del Imperio de los hunos y de su forjador es exacta en cuanto a la narración de los acontecimientos, aunque favorable para Atila y su pueblo en la interpretación de los hechos históricos.