RESUMEN: Desde el pensamiento griego, el intento por dilucidar la estructura del devenir y la naturaleza de los tipos acontecimientos en el orden del tiempo ha encontrado un escollo infranqueable cuya opacidad es digna de ser pensada: aquellos eventos que no pueden ser fundamentados ni en la voluntad racional ni en el dinamismo natural conforme a fines, el acontecer inesperado y al margen de toda intencionalidad cuya irrupción abre, sin embargo, espacios de significación practica en la vida de los individuos. La pluralidad de eventos que componen dicho dominio se aglutina históricamente en los términos týche, fortuna, azar, suerte o casualidad. En Aristóteles encontramos una primera elaboración filosófica del problema del azar como dimensión constitutiva y parcialmente inescrutable de la existencia humana. Una propuesta teórica fundamental que permite una aproximación conceptual a los aspectos accidentales, coyunturales y fortuitos que configuran cotidianamente nuestras vidas, así como al ámbito marginal de lo coincidente desde el horizonte estructural del ser.