Una narración cargada de intriga que no te dejará recuperar el aliento hasta el final. Y, al mismo tiempo, una historia repleta de amor.
Un relato inédito de Miguel de León.
En un pueblo imaginario al norte de la isla de Tenerife, en una casa emblemática para los habitantes, aparecieron hace más de veinte años el cadáver de un hombre y de su hija. Él es el heredero del título de marqués que da nombre al lugar. No es rico sin llegar a ser pobre. Todo apunta a que, atormentado por la reciente separación de su mujer, mató a la niña y se suicidó.
Los cadáveres están enterrados en la cripta familiar, en la propia casa, donde acude la madre de la niña cada domingo para visitar la tumba de su hija.
Damián, el vigilante de la casa, descubre un día una misteriosa mancha en la losa sobre la cripta, que recuerda mucho a un dibujo que había hecho la niña en vida y trata de limpiarla, sin conseguirlo, porque reaparece con más fuerza. El misterio no se desvelará hasta el día en que Damián encuentra algo que debe entregar a la madre de la niña.
¿Cúal es ese misterio? ¿Qué significa la mancha imborrable en la losa? Y, sobre todo, ¿qué oscuro relato esconden las muertes del padre y la hija?