Imbuido ya plenamente de su cultura anglosajona, en esta obra el autor se sale de ella para volver a sus raíces y recupera de forma conmovedora la vida de sus abuelos paternos, los condes Ignatieff. Pertenecientes a una familia de gran relevancia en Rusia durante generaciones, él, Paul, fue el último ministro de Educación del zar Nicolás II, lo que le situó en una posición estratégica de primer rango durante la época de la revolución bolchevique. El destino de los Ignatieff, el terrible sufrimiento que pasaron y su desarraigo sirven como paradigma de aquellos terribles tiempos.
Mediante un hábil y certero manejo de diarios, fotos, reliquias y de la historia, Michael Ignatieff recupera la esencia de la vieja Rusia y muestra cómo se entrecruzaron los destinos de las familias y las naciones y cómo ambos perduran.
«Un vivo y fascinante relato de la pluma de un escritor de talento que descorre la cortina del pasado para mostrarnos todo su esplendor.»
The NewYorkTimes
Book Review