¿De qué se nutre el ser humano, su historia, su devenir?: de búsquedas sin cuento, de encuentros y de huidas, de soledad y rabia. Ese cuerpo universal que a todas horas perseguimos (la comunión total, la catarsis pánica) permanece encerrado en una habitación, sin puerta ni ventanas, en donde continuamos ensayando, por toda la eternidad y con idéntico afán, el mismo papel que los hados nos tienen asignado: la imposible evasión del dédalo infinito en el que vagamos perdidos, enajenados, rotos. "Tener o no ser", datidecuestion.