"No estoy escribiendo para ningún lector, ni siquiera para leerme yo.
Escribo para escribirme yo; es un acto de autoconstrucción. Aquí me
estoy recuperando, aquí estoy luchando por rescatar pedazos de mí mismo
que han quedado adheridos a mesas de operación, a ciertas mujeres, a
ciertas ciudades, a las descascaradas y macilentas paredes de mi
apartamento montevideano, que ya no volveré a ver, a ciertos paisajes, a
ciertas presencias. Sí, lo voy a hacer. Lo voy a lograr. No me fastidien
con el estilo ni con la estructura: esto no es una novela, carajo. Me
estoy jugando la vida."