Como ya saben sus lectores, el mismo Trapiello nos ha acostumbrado en sus diferentes libros a la continuidad de voz y temas, tal vez como un signo de fidelidad a su mundo y a las voces de sus maestros. Este nuevo poemario, Rama desnuda , apunta un nuevo tono, una mayor atención a lo íntimo y biográfico. Si en obras anteriores sobresalían las pautas simbolistas, ahora sus versos parecen haberse despojado de ropajes vistosos y literarios. Sin ocultar su homenaje a los clásicos españoles contemporáneos, estos poemas, escritos en los últimos ocho años, vienen a contarnos algo más del sujeto, atentos al instante y a los destellos inadvertidos de la realidad más honda, con palabras tanto más claras y sencillas cuanto más misteriosas. Así han de entenderse estos versos, en los que siempre hallaremos, tras sus correspondientes máscaras de alegría, tristeza o melancolía, una celebración decidida de la vida, entendida hoy más que nunca como manifestación de la verdad y de la belleza.
En los versos de Rama desnuda cuaja un hondo sentir del tiempo, una sensibilidad que permite al poeta descubrir sus recurrencias, sus eternos retornos. Los recuerdos son «herida y savia» para él, «por la misma razón que paraíso / y pérdida van juntos, y van juntos / angustia y alegría, sueño y muerte».