Rocío Samperio vive en un edificio de la calle Piedras al 1800 y aquella noche volvió a escuchar los gritos de su vecina anunciando, una vez más, lo que nunca sucedía: "Si te vas, me matooo". Pero esta vez fue el último grito y también el último portazo de su marido.
A partir de ese hecho, los vecinos del edificio participan de una trama compleja y repleta de intrigas. Un niño que desea que cumplan con la promesa de comprarle un Ipod, varias vecinas conmovidas por aquella muerte, un robo inoportuno y un grupo de mujeres que encuentra compañía en un blog femenino van entretejiendo esta novela hasta hacerla tan atrapante como ingeniosa.