Todo empieza con una ruptura. Clara deja a Víctor y él se siente perdido, desmotivado, tocado y hundido. Nada le sale bien, ni siquiera estar con los amigos. Pero llega la remontada en forma de una sucesión de chicas (¿todas se llaman Clara?) que sacuden la vida del personaje?
«¿Hay algo más tonto que dos personas enamoradas diciéndose bobadas?».
Una historia ágil, desenfadada y cargada de humor en torno a las peripecias amorosas de un protagonista algo patoso que no hace más que enredar, y enredarse, en un ligue tras otro tratando de recuperar a su chica ideal, Clara. La canción «Las chicas son guerreras» de Juan Márquez, abre la novela.