En una sociedad fuertemente tentada por la desesperación, la fe en Jesús de Nazaret sostiene nuestra esperanza y nos hace llevar la fiesta en el corazón, cantando cada día la Buena Noticia que Él nos trae de parte de Dios: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la salvación -Lc 11,5-. Los dominicos y dominicas llevamos 800 años predicando que Dios ha puesto su tienda entre nosotros y se ha hecho carne de nuestra carne y vida de nuestra vida.Estas páginas recogen el itinerario de nuestra vocación, que se nutre de la oración contemplativa y del servicio a los pobres y necesitados; de la fraternidad evangélica vivida en comunidad, y de la mirada atenta a nuestro mundo, que nos posibilita dispensar la misericordia que recibimos de Dios y de los hermanos.Brindamos por el largo camino recorrido y por la fidelidad de nuestro Dios que no nos abandona en nuestro peregrinar cotidiano, mientras permanecemos a los pies de Jesús, Señor de nuestras vidas, que nos explica las Escrituras y nos hace arder de pasión por el Reino.Celebramos la vida porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones y porque este amor nos hace arder e iluminar, contemplar y dar lo contemplado.Sor Lucía Caram (Tucumán, Argentina, 1966). Monja dominica contemplativa que reside en el Monasterio Santa Clara de Manresa desde el año 1994. Estudió teología en Argentina y completó su formación religiosa durante cinco años en Torrente, Valencia.Trabaja activamente en el diálogo interreligioso de base desde 1996; es miembro fundador del Proyecto Mosaic de Salud Mental con los Hermanos de San Juan de Dios, de la Fundación SOS Tucumán y de la asociación socio-cultural La Xarxa de Manresa.Autora de varios libros de temática religiosa y de espiritualidad, dirige un programa semanal en la Cadena SER, El Punt de Trobada, y un programa de televisión en Canal Taronja que llega a 22 comarcas de Cataluña.