¿Se dejaría Macy convencer por aquel irresistible hombre de finanzas?
Ryder Bramson esperaba heredar las empresas de su padre, pero el testamento de éste había dejado la situación complicada. Para vencer a sus hermanastros, con quienes se disputaba la herencia, tendría que convertirse en el accionista mayoritario, y para ello necesitaba hacerse con las acciones de Ian Ashley. El problema era que Ian sólo estaba dispuesto a venderlas a quien se casara con una de sus hijas, Macy Ashley. Pero lograr ponerle el anillo en el dedo a Macy no iba a ser tan sencillo.