Gina Petrillo estaba huyendo de sus problemas y necesitaba el apoyo de sus viejas amigas. Pero parecía que los problemas la habían seguido hasta su casa de Winding River. El abogado Rafe ODonnell había seguido su rastro desde la ciudad y no tenía la menor intención de dejar escapar a tan guapísima sospechosa. Pero convertirse en la sombra de Gina podía llegar a ser un verdadero reto ya que, a pesar de su desconfianza, los besos de aquella mujer eran demasiado irresistibles.
Siendo solo unas adolescentes, las amigas de Emma habían escuchado todos sus ambiciosos sueños. Diez años después, cuando volvió a Winding River como importante abogada y madre soltera, Karen, Gina y Lauren volvieron a apoyarla sin condiciones. Lo que no conseguía entender ella era por qué estaban tan empeñadas en que viera con buenos ojos al sexy Ford Hamilton, su enemigo en el juzgado. Por si no tenía suficiente con que su hija no dejara de alabar al guapísimo periodista, su propio corazón la tentaba a aceptar la proposición de Ford para que unieran sus talentos...