Dos cajas repletas de libros, títeres y fotos. El mundo de Margherita está lleno de pequeñas cosas. En su hombro, su amado violín y en sus manos, un billete de avión a Italia, el país donde nació y adonde, después de 15 años, ha de volver. Allí hay alguien que la espera: Francesco, un hombre al que no ve desde hace diez años, cuando su madre se fue con ella a Dinamarca y la separó de él, de su padre. Francesco pensó entonces que sólo se trataba de un viaje; sin embargo, fue la peor pesadilla de su vida. Ahora la pesadilla ha llegado a su fin y Margherita regresa a su lado. Sabe que será difícil reparar lo que ha permanecido roto tanto tiempo. Su hija era una niña cuando la vio por última vez y hoy es una adolescente confundida. Pero ambos, de todas maneras, tratarán de recorrer juntos un camino hecho de recuerdos compartidos, de emociones y vivencias que llegan al corazón.