Valentín Nieto es un centinela de la nada, del vacío, de lo imposible. Se sienta al borde del abismo y observa. Y donde otros no vieron más que oscuridad, él contempla el violeta, el añil, puertas naranjas, rosas explotando en Infiernos, Medusas llegando a Creta, ve ángeles despeñados en busca de lo perdido para siempre. Contempla la cadencia de los latidos de ese abismo y la analiza, pero no llega a ningún tipo de conclusión ni de certeza, porque él sabe que la poesía que aporta conclusiones definitivas tan sólo sirve como cenicero?
Valentín Nieto habita en el corazón de las palabras, más allá de la ausencia de corazón que habite esas palabras; explora ese continente trascendiendo y explotando las fronteras de sus contenidos. Porque no hay nada, no hay nada y ahí es donde hay que estar?