Jugando a la enunciación literaria, me atrevería a sugerir que Juanita Márkez inaugura en La Venus Calva el Realismo Mágico Queer. Desde la primera línea, sabes que los límites socialmente impuestos van a dilatarse, contraerse, mutar, evaporarse, dinamitar entre tus manos. La autora descompone los límites del espacio/tiempo. Maldice las lógicas naturalizadas que gobiernan la narración de esa gran falacia llamada realidad. Transgrede las fronteras de lo vivo, lo difunto, lo soñado, lo impostado. Quebranta el hilo conductor para arribar a puertos que no vienen en los mapas. Incumple las categorías de sexo, de género, de opción, de identidad, de deseo? Y ofrece a sus contra-normales criaturas vidas habitables que, de haberse conformado Juanita Márkez con los límites anteriormente expuestos, hubieran sido imposibles.