En este segundo volumen de la colección Relatos, nueve mujeres de edades comprendidas entre 55 y 70 años, nos explican el porqué decidieron desviarse de los roles de género durante la dictadura franquista. Una época en la que a las mujeres se las educaba para ser sólo madres y esposas, un rol que excluía cualquier otra posibilidad. Un número indefinido de mujeres se opuso a este modelo transformándose ante la mirada familiar en perversas, impertinentes, de-generadas o en locas como etiqueta final. Ahora bien, sobrevivieron. Sus respectivas historias nos recuerdan que «ni las mujeres, ni nadie, son sencillamente unas víctimas. Poseen en su interior la capacidad para descubrir beneficios en la vida más restrictiva» (Charlotte Bronte). El libro finaliza con la voz de una mujer más joven que, en contraposición a las otras, reivindica el derecho a poder elegir entre ser o no ser Maruja. Distintas voces, distintos puntos de partida explican cuán diverso puede ser el proceso de sentir o ser mujer en nuestra sociedad, al tiempo que evidencian, cuán absurda es la diferenciación ideológica entre las edades, los sexos o las razas. Para quienes no se dejan embaucar por cuanto les rodea, las clasificaciones por grupos son todas falsas.