Aquel hombre era todo de lo que ella había decidido huir... Haley Watson había besado a demasiados príncipes azules, hombres guapísimos con tremendos inconvenientes como la infidelidad que había demostrado su último novio. Entonces, si todos los príncipes eran unos canallas, había llegado el momento de probar suerte con las ranas. ¿Dónde encontrarlos? En tiendas de ordenadores y bibliotecas. Pero justo cuando le había echado el ojo a un hombre con las características deseadas, apareció Rick Samuels, su sexy nuevo vecino. Haley se apresuró a informarle de que sólo salía con tipos poco atractivos y con gafas, pero Rick se propuso demostrarle lo equivocados que eran sus estereotipos.