Argumento de Viaje a los Pirineos y Córcega. Viaje a Bretaña
En estos dos viajes de juventud, el lector interesado en la obra y la vida de Gustave Flaubert encontrará vertido a raudales el genio que ha caracterizado toda su obra, pues ya antes de los veinte años había abierto todas las vías por las que luego se iría adentrando, y empezaba a «cincelar» cada frase y cada adjetivo con la precisión del artista puro, cuya vida está consagrada a la belleza. En su divagar por los Pirineos, Córcega y Bretaña, se suceden excelentes descripciones de paisajes y objetos artísticos, pero sobre todo destacan sus singulares observaciones y valoraciones sobre los hombres, los pueblos y la vida. Desde su juventud, y estos viajes son un ejemplo, Flaubert muestra ya rasgos imborrables de su carácter: el culto fanático del arte como refugio ante la mediocridad de la existencia y la naturaleza humanas; su fascinación por la estupidez; su aversión inmoderada hacia su época, el progreso y la ciencia; y su pasión por la literatura, única forma posible de existencia.0