Estos escritos, aunque ficticios, no son de hadas ni cuentos chinos o aptos para gente persignada. Van de la mano con la naturaleza humana. Se escriben de cosas que se escuchan, leen, vistas o se inventan, pero acomodadas para causar un efecto. No hablo inglés, pero lo escribo y leo encabezados de periódicos como The Guardian, Washington post, Russia Today, Thelegraph, The express Tribune, The Hindustan Times, New York Times, de donde saco ideas para algún texto, y también veo el concepto en que nos tienen a los mexicanos, por las autoridades que nos representan. Cuando comparto los cuentos en una red social, alguno de mis contactos de habla inglesa, ha preguntado: Is this in English? Can it be ordered online?Alguno de estos textos, serían de gran éxito, sí se leyeran en el área de terapia intensiva de los hospitales; para que, los enfermos en estado terminal, en vez de morir presas de insoportables dolores, mejor se murieran, pero de la risa.