El autor experimenta las mil infancias vividas o que se podrían vivir en un entorno del principio de la vida. Vidas que pueden concurrir en una misma persona; un camino nuevo en el amanecer de nuestros días, que pueden llevarnos de la felicidad más permisiva, hasta la angustia de nuestra próxima etapa vivida. Ríos de poesía que desembocan en una mutación de la vida inmaculada, hacia un tiempo en que todo son esperas e interrogantes hacia el comienzo de un mundo, desconocido y desarraigado, que nos empuja muchas veces al vacío o a la nada. Cuando se mira el futuro cara a cara, solo podemos descubrir un trasfondo de poesía.