El jeque Tarik Oman había entrado en la oficina de la organizadora de bodas Carolyn Evans con la intención de planificar la boda de su hermana. Pero lo que allí se encontró fue una exquisita belleza perfecta para ser una novia. No obstante, no había lugar para distracciones, pues era un momento crucial para el imperio petrolífero familiar. Si no había boda, no habría fusión. Era cuestión de negocios, sólo negocios...