Un grupo de defensores de lo rústico siembra el terror: atentan contra empresas de coches de alquiler y planean secuestrar un avión charter y estrellarlo en el pueblo turístico de Magalluf. La isla que vive del turismo se rebela contra su destino. Nofre Pou, un redactor de sucesos impotente sin más consuelo que su videoteca particular, va dibujando en un gran lienzo la Mallorca de nuestros días. Pero hay más: Un turista, un muerto es también una novela urbana y sentimental sobre Palma de Mallorca. Humor negro, cinefilia y un maratón de sucesos (¿reales, ficticios?) convertidos en un original tratado del crimen.