Argumento de Un Nuevo Compromiso Social y Político : del Concilio Vaticano II a la Nueva Evangelización
Colección: Actas del Congreso Católicos y Vida Pública ; 14
El tema sugestivo y atrayente y de gran actualidad e interés fue el abordado en este Congreso: Un nuevo Compromiso Social y Político, subtitulado: Del Concilio Vaticano II a la Nueva Evangelización. La conferencia inaugural corrió a cargo de Marcelino Oreja Aguirre, quien disertó sobre lo que ha pasado en España y en el mundo occidental en los últimos 50 años, y la de la clausura fue pronunciada por el filósofo Francesc Torralba Roselló sobre el sugestivo tema Los desafíos de la Nueva Evangelización. Viktor Orban, primer Presidente de la República de Hungría, lanzó un mensaje de Esperanza y Respuesta Cristiana a la Crisis; y en las diferentes mesas redondas se debatió acerca de Democracia, secularización y renacer religioso, Familia y educación, Presencia pública de la religión, La Crisis Económica y sus raíces morales, Respuestas a la Crisis, El Concilio Vaticano II y España, Evangelizar cómo y dónde y Cultura de la Vida. Una de las novedades del Congreso de este año fue el debate Fe, razón y vida, moderado por el periodista Ernesto Sáenz de Buruaga, en el que participaron el filósofo Gabriel Albiac, el teólogo Javier María Prades y el Embajador de España en la Santa Sede en 2011, Francisco Vázquez. El Manifiesto, que fue leído en el acto de clausura, indica cómo el espíritu que nos ha guiado en la organización y ejecución de este Congreso ha sido el expresado reiteradamente por su S.S. Benedicto XVI que, en línea con sus predecesores, no cesa de insistir en la necesidad que hoy existe de un laicado católico comprometido, articulado y bien formado, que sea voz de la Iglesia en el debate público cuando se tratan cuestiones decisivas para el futuro de la sociedad. El Congreso recordó, con emoción y afecto, el quincuagésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y la figura del Papa Juan XXIII, al que se tributó un cariñoso y emocionado homenaje. Presentes estaban las palabras pronunciadas el 25 de diciembre de 1961 al inaugurarse el Concilio Vaticano II: Lo que se exige hoy de la Iglesia es que infunda en las venas de la humanidad actual la virtud perenne, vital y divina del Evangelio. La humanidad alardea de sus recientes conquistas en el campo científico y técnico, pero sufre también las consecuencias de un orden temporal que algunos han querido organizar prescindiendo de Dios. 0