Algunos de los cuentos del libro están basados en hechos cotidianos de la infancia y de la adolescencia totalmente pueblerina. Tienen modificaciones para adecuarlos a la narración, reflejando sin dudas las vivencias del autor. Otros, son la consecuencia del momento en que el escritor descubre qué puede dar lugar a su imaginación y crea historias a su gusto. El autor pretende que, una vez finalice su lectura, se le dibuje una sonrisa como un gesto de aprobación, pues de eso se trata.