«Esta primera novela de Sorrentino puede recordar el rasgo grotesco y desenfrenadamente caricaturesco de Il divo [la película que dirigió], pero en plena función de otros códigos expresivos, bien reconocibles» (Renato Minore, Il Messaggero)
«Inevitable la referencia a Céline, a su petite musique, a su apocalíptica visión del mundo» (Felice Piemontese, LUnità)
«Sorrentino no es un director que escribe un libro, sino un escritor que es también director... Sólo el mejor Ammaniti puede hacer frente a esta historia intensa y al mismo tiempo popular» (R. Astremo, Quotidiano di Puglia-Brindisi).