Gabriella G. Paolucci ha compartido con los cubanos sus problemas y sus alegrías. Y se ha sentido fascinada por esa «extraña gente» que sonríe a pesar de las preocupaciones. Para ella, volver a Cuba ha sido siempre «como un regreso a casa, a la tierra madre, un lugar querido donde puedes compartir las dificultades cotidianas con la gente que no ha perdido los valores».