Los Padres de la Iglesia son los primeros estudiosos de la Escritura y los más antiguos testigos de la fe de la Iglesia y de la vida cristiana de los fieles, el puente que une la tradición apostólica a las generaciones cristianas posteriores. "Ellos sobresalen por su capacidad de comprensión de las cosas celestiales y por la agudeza de pensamiento con que llegan a escrutar las profundidades de la Palabra de Dios" (Pío XII). Por esto sus escritos están "repletos de sabiduría y no pueden envejecer" (Juan Pablo II).
Los textos seleccionados, dentro del abundantísimo material existente, ponen de relieve el interés y el amor que la Madre de Dios (la Theotokos) suscitaba en los critianos de los primeros siglos; aquel período histórico en el cual no existían divisiones significativas en la cristiandad.
La antología se presenta ordenada cronológicamente por autores y se recogen textos correspondientes a los tres grandes perídos de la época patrística: el primero hasta el concilio de Nicea (325), el segundo hasta el de Calcedonia (451) y el tercero hasta el siglo VIII.