El presente libro está dedicado a los testigos de ese siglo: de Hermann Cohen a Emmanuel Lévinas, de Ernst Bloch a Leo Strauss, de Franz Rosenzweig a Gershom Scholem, de Walter Benjamin y Martin Buber a Hans Jonas. Todos ellos fueron alemanes de origen o de cultura, judíos y filósofos. Su formación, sus preocupaciones y sus orientaciones a veces se oponen pero con frecuencia se tocan: entre el compromiso sionista y las formas heterodoxas del marxismo, en el redescubrimiento de las tradiciones ocultas de la historia judía o en el cruce de caminos entre la ética y la metafísica. Pero sobre todo tienen en común el haber contribuido a introducir en la filosofía una dimensión mesiánica inédita.
Sus más grandes predecesores habían anunciado el desencantamiento del mundo y el precio a pagar por ello en la forma del nihilismo. Estos «testigos del futuro», sin embargo, se arriesgaron a la resistencia y al rescate de las promesas del mundo. Una luz mesiánica ilumina su obra.