El presente libro no es un trabajo histórico sobre la tragedia, sino que aspira más bien a ser un estudio político. Parte de la convicción de que un materialismo genuino, opuesto tanto al relativismo historicista como al idealismo, ha de estar también atento a aquellos aspectos de la existencia que constituyen estructuras permanentes del ser genérico del hombre, entre las que se cuenta la realidad del sufrimiento.
La lectura política que de la idea de lo trágico propone Terry Eagleton busca iluminar la aflicción y la desesperación, el abatimiento y la desdicha del hombre contemporáneo en la era del capitalismo tardío. Pues hay ideas teológicas que pueden ser políticamente valiosas. Como afirma el propio autor: «Aunque no sea exactamente un discurso metafísico, teológico o fundacional lo que la izquierda necesita, sería provechoso ampliar sus perspectivas teoréticas y extender el circuito estrecho y repetitivo de las preocupaciones que suelen absorberla. No deberían abandonarse esas preocupaciones, sino ahondar en su resonancia». Tal es la contribución que se intenta aquí, continuando la exploración, iniciada por el autor, de la «ideología de lo estético».